Para triunfar en verso libre 2.0
Vale, traté de editar mi poema de verso libre para eliminar las rimas y corregir el ritmo, pero el sentimiento con el que lo escribí se desvaneció y ya no podía encontrarlo en el poema. (Al final de la primera entrada de verso libre está la corrección). Sin embargo, no quise eliminarlo porque así puedo comparar uno nuevo y ver cómo mejoré —si es que mejoré—.
Es por esto que decidí hacer otro desde cero.
Pues, he aquí mi segundo intento de escribir poesía en verso libre.
PARA TRIUNFAR
https://justojuicio.files.wordpress.com/2014/07/triunfar-en-la-vida.jpg |
Por Natcisa
Porque ganas tengo de sobra,
para dejarme llevar por el río,
y es que cualquiera me dice y es que cualquiera me aconseja,
que para triunfar,
he de penar primero.
Me gritan de un lado,
me lloran del otro,
mas de ninguno me aplauden...
¿o sí?
¿o sí?
Tanto doy que nada recibo,
y nada recibo que tanto doy,
mas nada más tengo ya para dar.
Me siento el gran Atlas
soportando el cielo,
encima de estos mis pobres hombros,
encima de estos mis pobres hombros,
pero para llegar a la cima,
cansada a paso de pez intento correr.
cansada a paso de pez intento correr.
¿Acaso volar por el fango vale la pena para intentar ser?
Y si lo vale,
¿cuántas batallas más hay que librar?
Y es que cualquiera me dice y es que cualquiera me aconseja,
que para triunfar,
he de morir primero.
Me ha quedado como un poema surrealista, creo yo. Tanto a paso de pez intento correr y volar por el fango, hacen referencia a lo imposible de la acción y a cuán difícil es el camino para triunfar.
Básicamente, este poema nació al enterarme de los pequeños errocillos en mi columna que me están impidiendo —por ahora— seguir jugando básquebol. Pero me entró la cosquillita de si realmente vale la pena sufrir mucho, pues son hereditarios, no los puedo curar, sólo puedo controlar el dolor y cuidarme para jugar. Sin embargo, leí esto la vez pasada de uno de mis jugadores favoritos de básquetbol y me motivó a entrar a rehabilitación y buscar triunfar.
Básicamente, este poema nació al enterarme de los pequeños errocillos en mi columna que me están impidiendo —por ahora— seguir jugando básquebol. Pero me entró la cosquillita de si realmente vale la pena sufrir mucho, pues son hereditarios, no los puedo curar, sólo puedo controlar el dolor y cuidarme para jugar. Sin embargo, leí esto la vez pasada de uno de mis jugadores favoritos de básquetbol y me motivó a entrar a rehabilitación y buscar triunfar.
¡Nos seguimos leyendo!
Comentarios
Publicar un comentario