Le hago de historiador y descubro el inicio de la lengua española (vale, ya lo habían descubierto)


Vale, ¿han leído el libro «Historia mínima de la lengua española» de Luis Fernando Lara? ¿O escuchado de él? Yo no sabía de él hasta principios de este curso. Los primeros tres capítulos buscan descubrir el origen de —como dice el nombre del título— la lengua español. Adentrémonos, pues, en este este maravilloso —y ciertas veces tedioso— viaje lingüístico. 

¡Empecemos!

EL SUSTRATO PRERROMANO EN LA PENÍNSULA IBÉRICA

Como bien todos sabemos —o nos han enseñado desde que asistimos a la primaria— el español es una lengua romance y proviene del latín. Pero, ¿de dónde proviene el latín? ¿Alguna vez lo preguntaron o investigaron? ¿Se los enseñaron? Si la respuesta es no, he aquí la respuesta: el latín viene de la lengua indoeuropea (madre de las lenguas celtas, eslavas, germánicas y grecolatinas) la cual, a su vez, proviene del sánscrito (lengua sagrada hindú). 


Mapa 1: Las lenguas de Europa. Aquí podemos ver —además de las 4 grandes familias ya mencionadas— otras lenguas que nacieron del indoeuropeo. Hecho por Deadline2005: https://eo.wikipedia.org/wiki/Dosiero:Lenguas_de_europa.png

Fue la Península Ibérica el lugar donde la lengua española floreció. La península tuvo asentamientos humanos desde hace más de 13,000 años a.C. en la cueva de Altamira —y digo humanos porque se han encontrado fósiles de primates que datan del Cenozoico (Marigó, J. et al, 2014)—. 
Existieron culturas (como los megalitos y algunas del interior de Europa) que se desconoce su lengua. Sin embargo, las siguientes culturas sí se tiene registro de su lengua: tartesios (de Tartessos, un río), turdetanos e íberos.


Íberos
Este pueblo nació de los tudetanos. Se tiene conocimiento de tres tipos de escrituras íberas: del suroeste peninsular, meridional o turdetana y levantina (del este). Esta escritura consta de dos semisilabarios y una adaptación del alfabeto griego. Solían escribir de izquierda a derecha —excepto la escritura turdetana—, tenían alfabeto de doce letras:
a, e, i, o, u, n, r, s, n´, r´, s´ (acentuadas), m.
 Y quince letras silábicas:
ba, be, bi, bo, bu, ta, te, ti, to, tu, ka, ke, ki, ko, ku
Los sufijos –arro, –orro, –urro , –ueco y –ueca son atribuídos a los íberos.

Después de los íberos llegaron los celtas en el siglo V a.C. Al ser desplazados por los iberos, se creó una mezcla dando origen al pueblo celtibero o celíbero. Otro pueblo fueron los fenicios (comercializadores marítimos) que se extendieron por el Mediterráneo y poseían escritura a partir de jeroglíficos egipcios.


Mapa 2: Mapa de Hispania hacia 250 a.C. Puedes visitar Lingvæ Imperii para analizarlo mejor.









Romanos
Después de las dos guerras púnicas, los romanos comenzaron la conquista de las lenguas prerromanas. No las exterminaron, fueron asimilándolas. Mientras los romanos reinaban, aún se hablaban las lenguas originarias de esos lugares, dando paso al multilingüismo. En cuanto la Península Ibérica fue conquistada completamente, pasó a llamarse Hispania (Tierra de conejos). 

Imagen 1: La aventura de los romanos en Hispania. 
Podemos darnos cuenta que la mayoría de las lenguas han sido impuestas mediante colonizaciones —sumándole la religión, como en el caso de los pobladores de América—. Sin embago, incluso los romanos no se identificaban con el latín y preferían el griego. La población era principalmente analfabeta, por lo cual el latín hablado por el pueblo es conocido como latín popular o «vulgar» y el de los cultos es el latín clásico —válgase la redundancia— o «culto». 

Los testimonios del latín se encuentran en los epigráficos —la mayoría mal escritos—, en los monumentos conmemorativos, u en las obras literarias. Esto era porque no se consideraba importante la escritura —¡vaya error!—. Se escribía de izquierda a derecha (aunque sólo en mayúsculas) y llegaron a escribir sin espacios, siendo difícil su lectura y comprensión. Provocó un largo proceso: leer, comprender, corregir, decir en voz alta —como entender a un niño que apenas aprende a hablar—. 


Tabla 1: Esquema de Lathrop (1989 : 85), de Revista Electrónica de Estudios Filólogos.



Conforme el Imperio Romano decaía, el latín hispánico fue adquiriendo características que le diferenciaban de otros dialectos latinos. Las palabras podían escribirse igual, pero éstas se identificaban mediante el alargamiento de las vocales. Esto se cambió por los acentos. Después, modificaron los patrones de silabeo: se agregaron los diptongos. Es aquí cuando se comienza a parecer más a las lenguas romances de hoy en día. En cuanto a las consonantes, ocurrió la lenición: proceso de relajación en la pronunciación. Ciertas consonantes desaparecieron y nacieron otras. Todo esto lo podemos reducir a la yod, un sonido palatal que generó dos nuevas consonantes: che, ñ. La yod es un fenómeno lingüístico que ocurre cuando una vocal se encontraba entre un hiato (dos vocales, diferentes sílabas) y se palatalizaba, gracias a la vocal i
lactem -> lacte -> laite -> leite -> leche        Hispania -> Espania -> España 
   ct -> it -> ch         ni -> ñ



Clases de yod según Menéndez Pidal (1987, p. 46).

Los cambios morfológicos llevaron a ciertas palabras a la confusión —entre sujeto y objeto directo— y a su pérdida. Me gusta pensar que este cambio generó las primeras estructuras de la oración en lo que hoy es el español: sujeto-objeto-verbo o sujeto-verbo-objeto. De igual manera se reforzó el uso de las preposiciones, se simplificaron los morfemas de género: los neutros pasaron a ser masculinos o femeninos (dando ambigüedad como el/la mar) y se crearon los artículos determinados. El pueblo adoptó helenismos, modificó significados de palabras y perdió contacto con Roma, generando cambios importantes en el vocabulario. Se formaron verbos a partir de sustantivos y la difusión del cristianismo afectó la sintaxis latina. 

En la siguiente entrada: ¡Ah, caray! Son varios tipos de latín, veremos más a fondo estos cambios en el latín.
Lo mencionado anteriormente, fueron los precursores para las lenguas derivadas del latín: las lenguas romances. Es así como inició la lengua española, la cual ha pasado por diferentes modificaciones hoy en día, y seguirá así, ya que se ha visto como su lengua madre tuvo inmensos y significativos cambios gracias al entorno y a su propia gente, lo cual siempre estará presente en la evolución de una lengua. Más adelante veremos como de estas últimas modificaciones nació el castellano.


¡Nos seguimos leyendo!



Referencias.

Lara, F. (2013). Historia mínima de la lengua española. México: El Colegio de México A.C.
Marigó, J., Susanna, I., Minwer-Barakat, R., Madurell-Malapeira, J., Moyà-Solà, S., Casanovas-Vilar, I., Alba, D. M. (2014). The primate fossil record in the iberian peninsula. Journal of Iberian Geology, 40(1), 179-211. Retrieved from http://0-search.proquest.com.millenium.itesm.mx/docview/1523917408?accountid=11643
Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria (s.f.) REGLAS DE EVOLUCIÓN DEL LATÍN AL CASTELLANO. Recuperado el 26 de agosto de 2018 de http://www.edu.xunta.gal/ Sitio web: http://www.edu.xunta.gal/centros/iescastroalobrevilagarcia/system/files/evolucion_y_ejercicios.pdf
Mapa 1: Deadline2005 (2005). Lenguas de europa.png. agosto 30, 2018, de Eo.wikipedia.org Sitio web: https://eo.wikipedia.org/wiki/Dosiero:Lenguas_de_europa.png
Mapa 2: Davius (2004). Mapa de Hispania hacia 250 a.C. agosto 26, 2018, de Lingvae Imperii Sitio web: http://www.oocities.org/linguaeimperii/Hispanic/hispanic_es.html
Imagen 1: Mcgh (2015) La aventura de los romanos en Hispania. agosto 30, 2018, de Blogdehistoria.info Sitio web: http://blogdehistoria.info/la-aventura-de-los-romanos-en-hispania/


Comentarios

  1. Me gustó bastante la manera en la que captaste las ideas principales del texto y las plasmaste de manera sencilla. Me gustan las tablas e imágenes que introdujiste, así como tus ejemplos, hacen el tema más entendible.

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